Un sistema barato y flexible de grabación multipista en vivo

En los ensayos del grupo es muy habitual que haya momentos de especial inspiración o de una buena ejecución de algún tema. A pesar de que hemos grabado muchas sesiones con un micro ambiental conectado a un netbook, la calidad deja mucho que desear, y la percusión se suele comer al resto de instrumentos.

Grabar con calidad tiene sus complicaciones, y en el local de ensayo más. El espacio es muy reducido y es muy difícil aislar los sonidos. Por otro lado es donde tenemos todo, y llevárnoslo a otro sitio a grabar no es algo que puedas hacer todos los días. ¿Existe alguna solución?…

Aprovechando que hoy en día se venden tarjetas de sonido USB muy baratas, se me ocurrió dotar a un ordenador de unas cuantas y ver si podían grabarse al mismo tiempo sin problemas, con una calidad y latencia aceptables para permitir tocar cómodamente y que el resultado fuera razonablemente bueno.

Y lo que es más: estas tarjetas incorporan entrada y salida… ¿Por qué no aprovechar también la salida para funcionar como monitor particular de cada uno de los músicos? Ello podría solucionar el problema del aislamiento: todos tocaríamos con auriculares a modo de monitores, y todos los instrumentos menos la batería entrarían por linea, de modo que no sería necesario aislarla.

Y para quien no le guste ir por linea, siempre tiene la posibilidad de aislar un poco el micro y el ampli del resto, más fácil que aislar la batería.

Casi todas las tarjetas de sonido USB llevan el mismo chipset, el C-Media CM6206, así que me decanté por la más barata, la Digitus DA-70777, que vale unos 10€. La calidad del sonido es estupenda.

Esta tarjeta además lleva un control de volumen, que aunque cutre, podría ser de utilidad si se le puede hacer funcionar como control local de monitores. Así cada músico regularía el nivel de su correspondiente monitor. Pero bueno, esto es ya de nota…

Más cositas: pues cables USB, tantos como tarjetas, de entre 3 y 5 metros. La idea es que la tarjeta USB esté lo más cerca posible del instrumento por dos razones:

• Reducción de ruido: una vez pasado a digital, el ruido deja de ser un problema, así que cuanto antes, mejor
• Auriculares: la toma debe estar cerca para que llegue el cable.

Y si los puertos USB no llegan, pues un hub.

Aquí es donde viene la verdadera magia, fruto de unir un gran sistema operativo, un servidor de audio prodigioso y uno de las mejores estaciones de procesamiento de audio. Y todo software libre, por supuesto.

De Windows de primeras nos olvidamos, nunca da buenas latencias. Las primeras pruebas las hice con el Mac, pero la latencia tampoco era aceptable y variaba, sin saber muy bien cómo controlarlo.

GNU/Linux es la solución. Incluso usando un portátil algo viejo, ¡un centrino de 2005! la latencia ha sido muy muy pequeña (6ms sin pérdidas). Para ello he instalado los parches de tiempo real y lanzado unos scripts que dan prioridad a los timers. Todo siguiendo las sabias instrucciones de SounDebian.

Hay una solución a todos los problemas: JACK. Es alucinante lo que se puede hacer con este servidor de audio y las aplicaciones que lo soportan. Los escépticos del software libre para audio profesional tienen que rendirse a sus pies, sin más. JACK permite interconectar entre sí las entradas y salidas de todos los programas que lo soportan, y son muchos. También viene bien estar un poco familiarizado con ALSA y las aplicaciones típicas que incorpora (en especial alsamixer).

Ardour es un completísimo software libre de edición musical, muy profesional. Se integra muy bien con JACK. Para simplificar el número de herramientas, usamos Ardour en todo el proceso, desde la grabación al masterizado.

Ardour nos permite crear cuantas pistas queramos, y asociar a cada dispositivo de entrada una pista de grabación.

Bueno, partiendo de que tenemos todo el software instalado y configurado, estos serían los pasos a seguir:

Encender el ordenador, sin las tarjetas USB conectadas. Esto fuerza a que la primera tarjeta de sonido del sistema (hw:0 en terminología ALSA) sea la interna del ordenador.

Enchufar las tarjetas. Cada tarjeta tendrá un identificador ALSA consedutivo: hw:1, hw:2…

La forma ideal es mediante qjackctl, el panel de control de JACK más conocido y que ya conocerás si has seguido las estupendas instrucciones de SounDebian para configurar JACK.

Ahora, por cada tarjeta hay que lanzar un cliente JACK. Para poder usar las entradas de las tarjetas usamos alsa_in, y para las salidas (en caso de querer utilizar los cascos como monitores) alsa_out. Ambos comandos están bastante bien explicados en su página de manual. Por ejemplo:

$ alsa_in -d hw:1 -j guitarra

Aquí creamos un cliente jack para la primera tarjeta USB (hw:1)¹⁾ y le ponemos de nombre “guitarra”, para diferenciarla mejor en qjackctl y Ardour. Estas son las dos únicas opciones que hay que tocar, las demás por defecto están bien.

Ejecutamos Ardour. Es una herramienta algo compleja al principio, lo ideal es echarle unas horas de entrenamiento. Lo que hay que hacer es añadir pistas y luego a cada pista asignarle una entrada de JACK. Al hacer esto veremos a nuestra disposición todas las que hemos creado con alsa_in y por supuesto la que ya tiene el sistema.

La interconexión entre los diferentes canales de los clientes JACK se puede hacer también desde el apartado “Connect” en qjackctl. Las pistas de Ardour que hemos ido creando también aparecerán en dicho diálogo.

No pongo capturas de imagen porque me he dejado el portátil en el local de ensayo. Si a algún lector le interesa que complete algo un poquito más, no tiene más que pedirlo.

alsamixer. Este mezclador para la terminal es muy útil. Podemos controlar el nivel de grabación de cada tarjeta, independientemente y en tiempo real. Si tenemos pantalla suficiente podemos lanzar uno por cada tarjeta. Este ejemplo lo lanza para la tarjeta hw:1:

$ alsamixer -c 1

netjack. Aparte del uso de tarjetas USB otra opción bastante chula es utilizar varios ordenadores en red, cada uno usando sus entradas/salidas. El modo de operación es similar, habría uno encargado de grabar, y el resto ejecutarían este cliente en red de JACK. Las latencias también son mínimas con una red ethernet normal y corriente (con WiFi puede haber problemas puntuales, no lo recomiendo). Solo hay que seguir las sencillas instrucciones de la sección “USAGE” de la web de netjack