Hace unos días, de paseo por Albacete con unos amigos, me dio por levantar la mirada en la esquina de la Calle Mayor con Rosario y me encontré con esta placa.

Estupenda frase. ¿De quién es? ¿Quién la pondría ahí? Probablemente mi despiste no me haya hecho ver más repartidas por la ciudad y esto forme parte de alguna iniciativa del Ayuntamiento… Pero me hace ilusión imaginar que un buen día, hace unos cuantos años, alguien rebelde y generoso plantó ahí la placa, a escondidas y sonriendo. Si algún albaceteño que se sepa la historia lee estas líneas, por favor, que lo aclare en los comentarios.

En cualquier caso, una agradable sorpresa, y una que invita a la reflexión y a la acción. Sin entusiasmo, sin motivos ni propósitos, no se vive.